
Por FLORENCIA SANCHEZ
Se armó un sistema donde se puede llevar a cabo un seguimiento. Cuando alguien compra el test, cuyo precio se estima que rondará los 2000 pesos, éste va a tener un código único, se van a pedir datos como de quien lo compró, quién lo va a usar (en caso de que no sea esa misma persona) y cuándo lo van a usar.
El farmacéutico que vendió el test es el que se hará cargo del seguimiento, este va a recopilar los datos e informar al ministerio de salud de la nación sobre el resultado. Si el test no llega a ser utilizado se debe informar la razón durante el seguimiento.
Hay cuatro laboratorios que han sido autorizados por la ANMAT, pero hay otros laboratorios que los están fabricando también.