La nueva variante del coronavirus que fue detectada en Sudáfrica hace tres semanas, llamada Ómicron, se está extendiendo en el sur de África y ha llegado a 57 países.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), calificó el riesgo global asociado a la variante del coronavirus causante del COVID-19 como muy alto dado que su elevado número de mutaciones.
Pero los médicos en Sudáfrica, que fueron los profesionales que primero detectaron y caracterizaron la nueva variante, observaron en las últimas semanas que la cepa está causando síntomas leves a los nuevos infectados, como dolor de cabeza y cansancio. Muy distinto a la dificultad para respirar y cuadros agudos de inflamación de tejidos, registradas en las versiones anteriores del virus. La mutación Ómicron no ha provocado una sola hospitalización o muerte a hoy, afirman.
Este lunes se conoció que un paciente infectado con la variante de coronavirus Ómicron murió en el Reino Unido, informó el primer ministro Boris Johnson. En cambio, las autoridades sanitarias británicas no precisaron si la persona fallecida se encontraba vacunada o no o si padecía enfermedades de base.
