Los heridos se cuentan por decenas tras este terremoto de 5,6 en la escala de Richter. Se produjo seis semanas después de otro que también afectó a Siria.
Más temprano, una niña también fue sacada de un bloque de departamentos en ruinas. El número de víctimas fatales superaba las 37.000 personas en territorio turco y en su vecina Siria.
Muchos habitantes de las zonas afectadas habían dormido en sus coches o en la calle bajo mantas, frente al temor de volver a entrar en los edificios sacudidos por el temblor.
Son más de 1.300 las personas fallecidas, mientras que otras miles resultaron heridas tras un fuerte terremoto de magnitud 7,8 que sacudió el centro de Turquía y el noroeste de Siria.